El momento en que cierras los ojos
Cuando con un impulso un controlado consigues que el pulmón se llene de aire. Activamos la mayoría de huesos y músculos de nuestro cuerpo. Provocado por infinidad de motivos, un bostezo.
Cuando tus labios tocan otros labios, a veces momentos inolvidables que marcar un antes y un después, un beso.
Cuando te tumbas después de un día de grandes esfuerzos físicos, tus articulaciones crujen y sientes como si flotaras en una nube, con la mente en blanco. Otra sensación única, que causa la relajación.
Ahora bien, conforme lo he descrito, imagina que nos te tumbas, y mientras estás agradeciendo que tu mente se esté liberando de los problemas mundanos, bostezas como nunca, llegas a llorar. A los pocos minutos se acerca la persona que más quieres en el mundo y te da el beso más lento y dulce de tu vida. El mundo se detiene y tus ojos están cerrados desde el primer momento… y es que en ocasiones es necesario cerrarlos muy fuerte para poder ver con claridad.
2 comentarios
i.s.g. -
David -